RUTA PATRIMONIO HISTORICO
Para el visitante primerizo
que quiere un recuerdo global de Segovia.
Te proponemos un paseo de no más de dos horas y media por esta ciudad, comenzando por su milenario Acueducto romano hasta su Alcázar, mostrándote los monumentos más representativos de la misma a lo largo del tiempo.
La historia ha ido agrandando a su paso esta ciudad que ahora mismo ponemos a tus pies.
Esta visita puede realizarse exterior o visitando el interior de la Catedral gótica y Alcázar.
Patrimonio de la Humanidad
Segovia mereció la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial en el año 1985 por agrupar monumentos excepcionales e ilustrar una realidad histórica compleja desde época romana hasta época gótica. Su Acueducto fue uno de los más importantes del mundo romano no sólo por su recorrido, de casi 15.000 metros, sino por encontrarse en un admirable estado de conservación. Segovia destaca además por la impronta que dejaron las diferentes culturas que la habitaron, representada en los monumentos, y por constituir el más abundante conjunto románico de Europa.
El Acueducto romano, construido alrededor del 50 d. C., está considerado como una de las mejores obras de ingeniería civil de España. Fue diseñado para llevar agua del río Acebeda a la parte alta de la ciudad. El Acueducto tiene un recorrido de 14.956 metros en el que existen 166 arcos de piedra granítica y 20.400 bloques de piedra unidos por un equilibrio de fuerzas, que en la zona más alta llega a 29 metros. Los sillares de granito están colocados sin argamasa, no tienen nexo de unión, se mantienen en equilibrio gracias a un sistema de empujes y pesos. El Acueducto se ha mantenido en activo a través de los siglos y quizás por ese motivo ha llegado a nuestros días en perfecto estado de conservación.
Respecto a la ocupación de la ciudad de Segovia, la ausencia de restos arqueológicos musulmanes y la existencia de uno de los más ricos conjuntos románicos de Europa apoyan las tesis de los historiadores que sostienen que la ciudad fue abandonada tras la invasión islámica y repoblada a partir de los años finales del siglo XI. Desde entonces hasta nuestros días ha sido testigo del devenir de la historia. La población del recinto amurallado se asentaba en barrios en torno a parroquias, existiendo núcleos poblacionales agrupados por razones económicas, sociales o religiosas. En la ciudad medieval vivían musulmanes, judíos y cristianos. La expulsión de los judíos no conversos favoreció la construcción de la nueva Catedral en el siglo XVI. Asimismo, a lo largo de los siglos XVI y XVII la ciudad se adorna con palacetes de familias nobles emergentes, judíos conversos y fabricantes de paños, que muestran la notoriedad de clase mediante portadas con grandes dinteles, blasones, sillares de granito y patios y jardines de líneas renacentistas. El trazado actual se conserva prácticamente igual al de hace cuatro siglos, con una morfología urbana y un trazado de calles medieval. Los acabados y revestimientos se han ido adornando con esgrafiados de gran variedad de colores y formas. Entre los monumentos destaca el Alcázar del siglo XI, que corona la ciudad y se alza sobre una agreste roca, entre los ríos Eresma y Clamores, la catedral gótica del XVI, las edificaciones románicas como las iglesias de San Juan de los Caballeros, San Lorenzo o la Veracruz, entre otras muchas, y las construcciones civiles, arcos, portadas y patios.