SEGOVIA EXTRAMUROS
La fuerza del agua del río Eresma sirvió para desarrollar una potente industalización que languideció en el siglo XIX.
Bajo el puente de la Loza comienza la ruta de la Senda de los Molinos.
En cualquier época del año, pero quizá en el otoño, recorrer la zona de extramuros de la ciudad de Segovia, siguiendo el cauce del Río Eresma y el Valle del Clamores, es un regalo para nuestra vista.
Desde la plaza de la Artillería nos acercamos caminando hasta la antigua Fábrica de Loza, al comienzo de la Vía Roma.
Una vez allí, nos acercaremos al río Eresma y seguiremos la Senda de los Molinos, que discurre pegada a sus aguas y que recibe su nombre de las antiguas aceñas que en tiempos pasados movían la economía de nuestra ciudad.
Cruzamos por un bonito puente para llegar al Paseo de la Alameda del Parral, que en esta época está alfombrado por las hojas de los árboles que van cambiado de color, del verde al ocre y amarillo, pasando por los tonos rojizos.
Paradas obligadas, para contemplar el Monasterio del Parral, la antigua Casa de la Moneda y la Pradera de San Marcos,desde donde podremos contemplar la imponente silueta del Alcázar.
Para seguir rodeando la ciudad, cruzaremos un puente de madera sobre el río, e iniciaremos el ascenso por el Valle del río Clamores, que discurre bajo tierra. Podemos contemplar las murallas y en lo alto la majestuosa Dama de las Catedrales, con su altísima torre.
Al final del camino nos encontraremos con el puente de Sancti Espiritu y a través del Barrio de san Millán estaremos de nuevo en el Acueducto de la ciudad.
La Pilarcita, antiguo molino junto al río Eresma, sirvió como fábrica de Harinas